Paula Carbonell: el relato de su propio cuento // reseña

Conferencia de Paula Carbonell en CasaTinta // 2 de febrero 2017

Paula Carbonell: el relato de su propio cuento
por Fiorella Ferroni Polchlopek para CasaTinta
  
Podría decirse que Paula Carbonell es una escritora de cuentos infantiles; sin embargo, esta definición es bastante corta para describir el universo que la compone. Al escucharla hablar con aquella fluidez que hipnotiza, la secuencialidad de su discurso parece crear una armoniosa melodía. A través de la lectura de diferentes citas de libros, fragmentos de sus escritos, análisis de obras de arte y algunos secretos de sí misma, Paula Carbonell sumerge al espectador en el relato de su propio cuento, su propia historia.

El hilo conductor de esta charla lo tejen tres preguntas esenciales: ¿Qué soy? ¿Qué digo? ¿Cómo lo digo? No casualmente, los mismos cuestionamientos que plantea Aristóteles para definir la estructura de un cuento: ¿Qué es? ¿Qué dice? ¿Cómo lo dice?

Paula Carbonell es sin duda una escritora, una narradora y una lectora. “Yo soy lo que he visto, lo que he leído y lo que me han contado, lo que he vivido; soy todo lo que he sido y lo que sigo siendo, soy lo que muestro y lo que no muestro; soy lo que los demás ven de mí y soy las cosas que me interesan y que me gustan.”

Curiosamente cuenta que le llaman la atención las puertas, las escaleras, los árboles, las flores, la lluvia, el campo; le gusta mirar el suelo por el que pisa y marcar su propio ritmo para estar en calma. Aún así, lo que más la atrapa son los juegos con las palabras y la aventura del lenguaje; el arte y la literatura.

Las cosas que ella dice, que ella cuenta,  han sido atravesadas por aquello que lee y por quienes admira. Escritores como Gioconda Belli, Ana María Matute, Bohumil Hrabal, Enrique Vila Matas, Herman Melville, Lewis Carroll, Italo Calvino, Miguel de Cervantes, Pablo Neruda, Juan Rulfo y Gabriel García Márquez han cuestionado y enriquecido sus pensamientos sobre la escritura. Mientras que artistas como Paul Cézanne, Pablo Picasso, Braque, Saul Steinberg, Alejandro Magallanes, Chené Gómez e Isidro Ferrer la han inspirado a leer y mirar cuanto más se pueda para crear su propio mundo.  

Según esta escritora, “un cuento es algo que empieza, continua y acaba, y en ese continuar suceden cosas”. En sus cuentos aparecen las metáforas, los juegos de sentido, situaciones imposibles pero verosímiles y se percibe una reciprocidad constante entre la palabra y la imagen.

Representando las voces de los personajes, Paula Carbonell lee algunos fragmentos de sus libros al público. Entre risas se escucha la historia de Buscando el norte y se cuentan secretos sobre Gallito Pelón, el Dragón que no era verde y El viaje de las mariposas.

Ella revela que al escribir sus cuentos piensa en imágenes, pero al entregarle el texto al ilustrador desea que este tenga la misma libertad que ella ha tenido para crear. Afortunadamente, el trabajo de los ilustradores siempre ha enriquecido sus palabras, y las decisiones de los editores la han ayudado a establecer puentes de comunicación con los ilustradores.

Ilustración de Ester García para "El más rápido" 

Un ejemplo claro es su último libro titulado El más rápido publicado por la siempre arriesgada y fantástica editorial Lóguez, donde narra la historia de Dula, un niño que diariamente hace una carrera con otros chicos para llegar a limpiar pescados al lago. En la tarde, el niño debe pelar los pescados con su boca y regresar cansado a casa para llevarle comida a su familia. La ilustradora Ester García propone una metáfora sorpresiva. En las imágenes, Dula se convierte en un guepardo cuando va a iniciar la carrera matutina. Aunque el texto no mencione a un guepardo, las imágenes se arriesgan a proponer una narrativa propia. Estos detalles son los que convierten al libro en un tesoro. El más rápido fue ganador del Premio Fundación Cuatrogatos 2017.

En los libros de Paula Carbonell es clara la importancia de escribir, contar y leer a partir de imágenes; asimismo, se percibe que tanto para escribir como para ilustrar hay que buscar una voz propia, una voz que no sea impostada.

Después de una serie de preguntas del público, esta escritora y narradora confiesa que hay ciertas historias que aún guarda para ella, pues no todo debe escribirse. También recuerda que algunas vivencias que antes contaba, ya no las cuenta. Tras estas palabras que dejan un eco pensativo en la sala, Paula Carbonell cierra el relato de su propio cuento. Un cuento que la sigue llenando de aspiraciones y nuevas vivencias para ser escritas, contadas y leídas. O simplemente, para ser guardadas.