Exposición en CasaTinta febrero 2017 |
Lorena Álvarez. Nightlights.
Londres: Nobrow Ltd. 2016
Escrito por Santiago Navarrete para CasaTinta
-Señor
Conde Lucanor -dijo Patronio-, el cuervo encontró una vez un gran pedazo de
queso y se subió a un árbol para comérselo con tranquilidad, sin que nadie le
molestara. Estando así el cuervo, acertó a pasar la zorra debajo del árbol y,
cuando vio el queso, empezó a urdir la forma de quitárselo.
“Cuento V”, El Conde Lucanor. Don Juan Manuel
Nightlights, un libro
de Lorena Álvarez (2016), empieza en un tiempo en el que existe nada, la página
en blanco. Esta se vuelve un suelo cuando aparecen los dibujos de una niña en
las hojas de un cuaderno, tiradas junto un par de flores verdes y brillantes hechas
de líneas y curvas. Después, al fondo, se lee la orden de un personaje y nos
enteramos del nombre de la niña que dibuja, se llama Sandy; la orden la da su
madre: ya es hora de ir dormir. Pero en lugar de esto, dentro de su habitación
púrpura, Sandy atrapa entre sus manos las luces que caen sobre sus sábanas y
junto al lector, pasa la página que la lleva del tiempo cotidiano al de la
fantasía. Esta surge como una expansión de los colores, como un movimiento de
la imaginación que conquista la noche por medio de la luz y del brillo que se
transforman hasta suspender a la niña, a Sandy, entre burbujas y bosques donde
habitan personajes indescriptibles.
Sin embargo, las
fantasías de Sandy cambian cuando conoce a Morfie: una niña nueva que ha
llegado a su escuela y que en la noche aparece entre sus fantasías para halagar
sus dibujos y ofrecerle un trato. Sandy puede dibujar para ella y ser muy
feliz, pero la condición es que deje a un lado las burbujas y los bosques, las
líneas y las curvas, para convertirlas en ojos alargados que miran sin mirar y
dedos refinados que pretenden alcanzar con sus puntas el brillo que inspira sus
dibujos. Sandy debe recurrir a las aburridas lecciones de su escuela para
liberarse de la insistencia de Morfie y poder devolver a sus fantasías su
estilo original.
Nightlights es un
libro sobre el regreso, muestra al lector la naturaleza del encuentro con las
fuerzas inconscientes que nos habitan y nos hacen considerar las posibilidades
de la locura como una realidad. Conocer estas fuerzas nos hace desplazar hacia otras
posibilidades de ver y representar el mundo, como le ocurre a Sandy, pero
también implican el encuentro con formas nuevas del peligro. Ella descubre los
halagos a través de Morfie, quien admira sus dibujos (para los demás personajes
son una pérdida de tiempo) y a través de la adulación, descubre la ilusión y la
frustración de los deseos.
Podemos decir que solo
se encuentra algo cuando lo buscamos pero también, algo nos puede aparecer frente
y sonreírnos, lo que haría de nosotros el objeto buscado. En el primer caso, recurrimos
a una exploración intencional para hallar lo que necesitamos; en el segundo, la
ironía y la sorpresa son los efectos que nos atormentan y seducen: nos hacen
otro, nos roban la identidad.
Sandy se enfrenta al
temor frente a lo desconocido y aprende a manejar el riesgo que tiene el
encantamiento que habita en los halagos. Nighlights
no puede ser, por eso, un libro sobre el miedo; trata sobre la valentía que
implica cualquier acto creativo que se realiza en un mundo donde lo extraño es
incomprendido y por eso, intenta ser modificado. Sandy le enseña al lector a
enfrentarse a los deseos que crecen en la mente de quien se deja llevar por sus
propias fantasías hacia un mundo donde cualquier cosa es posible. Sin este
enfrentamiento, Sandy nunca reconocería que en sus dibujos está el origen del
universo, del mundo que la rodea y de su propio carácter y disciplina.
A través de sus
ilustraciones, Lorena Álvarez produce sonidos en la mente del lector y genera la
ilusión de un movimiento que se da cuadro por cuadro para mostrar a los
lectores (niños de cualquier edad) que solo por medio de lo infinito se puede
controlar la necesidad que sentimos cuando nos encontramos con nosotros mismos:
la necesidad de acabar con lo bello, de cambiar lo extraño.
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